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Villafranca acoge la asamblea de la asociación vinícola Grandes Pagos

16.02.2012 | La bodega berciana Luna Beberide es la anfitriona de la reunión que se celebra hoy

La asociación Grandes Pagos de España se reúne hoy en la comarca de El Bierzo para debatir sobre la realidad de estos vinos y planificar su difusión tanto nacional como internacional a lo largo de este 2012.
Representantes y personal técnico de las veinticinco bodegas Grandes Pagos recorren desde ayer los viñedos bercianos para conocer las propiedades de la variedad autóctona, la mencía.
A lo largo de la jornada de hoy la asociación celebrará su asamblea general en Villafranca de El Bierzo, localidad en la que se encuentra la sede de la bodega berciana Bodegas y Viñedos Luna Beberide, que ejerce como anfitriona de este encuentro.
Durante la reunión, los bodegueros realizarán un balance del año 2011, que se ha caracterizado por “una caída tremenda” del consumo en el marcado nacional, según declaró a Efe la gerente de la asociación, Beatriz Hernández.
“La imagen del vino en España no es muy buena y, sorprendentemente, no tiene relación con el consumo per cápita que hay en otros países que tienen menos cantidad de viñedo que el nuestro”, ha lamentado Hernández. Esta circunstancia ha hecho que las bodegas que forman parte de la asociación hayan centrado su actividad en la exportación de sus vinos, principalmente a Europa y a Estados Unidos. Países como Alemania y Suiza se han convertido en “grandes receptores” de estos caldos, que comienzan a emerger también en el mercado asiático.

De este modo, Grandes Pagos de España perfilará durante la asamblea de hoy un “calendario ambicioso” con el que promocionar los caldos. En ese sentido, parece claro que China será uno de los países en los que centrarán la difusión de estos “grandes vinos de España”, que se elaboran todos ellos en viñedos “únicos”- por su orientación, el tipo de suelo o el clon de cepas- de pequeñas dimensiones, que albergan una bodega en su interior, en la que se elaboran los caldos utilizando para ello únicamente las uvas propias de la finca.

De esta forma, se suelen producir pequeñas cantidades de forma “tradicional y exquisita”, con mucho respeto al medio ambiente. “Debido a ese suelo, ese clima y ese trabajo se logra un vino único e irrepetible, que si te trasladaras diez kilómetros más allá sería diferente”, ha relatado la gerente de la asociación.

Fuente: www.Lacronicadeleon.es