El Parador de Villafranca reabrirĂ¡ a mitad de octubre tras 15 meses de obras
Antonio Pereira solía ir a escribir al Parador. Así que no resulta descabellado pensar que más de un cuento y más de un verso hayan nacido bajo los techos del complejo hotelero del Estado en Villafranca del Bierzo. Ayer, en el espacio que ocupaba la cafetería donde solía sentarse el escritor, un obrero preparaba un barreño de yeso mientras el presidente de Paradores de Turismo, Miguel Martínez, se ponía a su lado, le preguntaba qué tal iba la obra, y posaba para los fotógrafos.
La reforma del Parador donde escribía Pereira está casi terminada y reabrirá sus puertas a mediados de octubre, según confirmó el propio Martínez, que ayer convocó a los medios de comunicación para mostrarles los cambios que están mejorando el edificio. Una inversión de algo más de seis millones de euros en la obra civil y casi dos millones más en equiparlo y amueblarlo, permitirá al complejo pasar de tres a cuatro estrellas, contar con doce habitaciones más, hasta alcanzar las 51, disponer de piscina climatizada con sauna y piscina exterior y de nuevos salones con capacidad para doscientas personas.
Pereira no lo reconocería. El autor villafranquino no llegó a verlo cerrado porque murió unas semanas antes del comienzo de las obras, pero sí le dijo a Miguel Martínez, cuando supo de la reforma, que le había dejado sin lugar donde escribir cuando regresaba a su localidad natal. «Antonio Pereira no tenía casa en Villafranca. Su casa era el Parador. Hablé con él antes de morir y recuerdo que me preguntó -˜¿y ahora qué hago yo, si no tengo Parador?-™». Por eso, porque escribía allí, y porque la corporación municipal lo ha pedido por unanimidad, el Parador Nacional de Villafranca llevará el nombre de Antonio Pereira, confirmó Martínez.
El complejo remodelado por Volconsa quiere apuntalar la oferta hotelera en una comarca que Martínez considera que todavía no está explotando todas sus potencialidades turísticas.
El Parador debería estar abierto a los turistas en cinco o seis semanas, después de 15 meses de obras. La conclusión de la reforma se ha retrasado cinco meses más de los diez previstos inicialmente, pero el personal que lo atendía, eso sí, recuperará sus puestos de trabajo y habrá nuevas contrataciones.